Vamos a examinar el trabajo de Anthony Giddens, el sociólogo británico
que ha escrito mucho sobre la globalización y en 1999 dirigió una serie de
conferencias sobre el tema a una audiencia mundial para la BBC. El título de
las conferencias era A runaway world (=Un mundo desbocado).
Giddens es bastante optimista respecto al proceso de globalización. Para él, la globalización es
algo así como un proceso de igualación ya que les confiere a los grupos y a las naciones hasta ahora sin
poder el potencial para realizar sus fines.
De hecho Giddens ha dicho que la globalización genera lo que el llama “colonialismo
inverso”.
Giddens define la globalización como un proceso social que resulta en
“cantidades de personas cada vez más grandes que viven en circunstancias en las
cuales instituciones están desarraigadas (disembedded), que vinculan prácticas locales con relaciones sociales globalizadas
que organizan aspectos importantes de la vida cotidiana”.
En este sentido, podemos ver que para Giddens, la globalización no es
algo esotérico que concierne a los sociólogos, sino una serie de procesos que
afectan a los individuos en un sentido plenamente fenomenológico: esto es, al nivel de sus vidas cotidianas. Que estos individuos vivan
en una aldea china o estén sentados al ordenador en California, la
globalización es un dilema para esos individuos, aunque de maneras diferentes.
Para explicar las opiniones de Giddens sobre la globalización será
necesario examinar sus opiniones sobre el proceso de modernización. Esto es así
porque su creencia de que las semillas de la
globalización están plantadas por el proceso de
modernización. Giddens no percibe la globalización como algo que represente el comienzo
de una nueva era o época en la
historia humana. Para G, la globalización es una continuación de tendencias
puestas en movimiento por los procesos de modernización al principio del S18 en
algunas partes de Europa. La modernización reemplazó las formas tradicionales
de sociedades basadas en la agricultura.
Giddens propone que el proceso de modernización implica cuatro
grupos de “complejos institucionales de modernidad”, que forman la base del proceso. Estos son: el poder administrativo,
el militar, el capitalismo y el industrialismo.
El poder
administrativo se refiere al crecimiento y desarrollo del estado-nación
secular. Esta nueva forma d estado está basada en formas racionales
(formales) y burocráticas de administración de su población y en la ley y
el orden.
Esta
racionalización de la administración permite, dice G el desarrollo de un estado
implicado en la vigilancia de los otros, poblaciones desconocidas hasta
entonces (estadísticas).
El
capitalismo y el industrialismo representan nuevas formas de producción basadas
y centradas sobre la fábrica y la producción industrial. Igualmente nuevas
formas de cálculo económico, tales como la motivación por el beneficio,
se hicieron DOMINANTES en la economía moderna, desplazando las formas
tradicionales de producción basadas principalmente en la agricultura y en la “economía
moral”.
Finalmente,
el militarismo se basa en la tecnología y en los ejércitos profesionales de los
estados modernos. La industrialización de la guerra permite a los
estados modernos conquistar sociedades tribales e imperios absolutistas.
La teoría de Giddens es una que manifiesta ser dinámica e histórica. G
usa el concepto de dialéctica para expresar este dinamismo. La mayor parte de este enfoque dialéctico o interactivo se centra en
torno al concepto de G de distanciación espacio-temporal.
Este es el concepto central que sirve para explicar tanto a) el
movimiento histórico de las sociedades tradicionales
a las modernas y b) la parte
jugada por la globalización en la aceleración del movimiento comenzado por el proceso de modernización.
Las sociedades tradicionales o premodernas se basan en relaciones que
están muy arraigadas, o incrustadas, en el tiempo y en el espacio. Así, debido
a la proximidad inmediata que el campesino tenía con la naturaleza, el sentido
del tiempo del campesino y de toda su sociedad basada en la agricultura estaba
basado típicamente en las “estaciones”. El tiempo para un campesino era típicamente cíclico y
local.
De la misma manera, el estatus de un campesino típicamente era adscrito, es decir, estaba dado de una vez por todas, con poco sentido de lo
que nosotros modernos, nos referimos a una carrera y a la movilidad social (curriculum).
Los tiempos premodernos están marcados por la mayoría de la población
viviendo en pequeñas comunidades locales. Su sentido del
espacio, geográfico o social, era muy estrecho. Muchos campesinos no podían moverse más allá de los límites de sus
comunidades particulares. Sus ideas de espacio estaban fijadas. G propone que
deberíamos describir a los campesinos como incrustados en sus comunidades
locales.
G señala la invención del reloj como muy importante durante la transición de sociedades tradicionales
a modernas.
El reloj no se basa en el tiempo estacional sino en un tiempo social
artificial. Esta noción de tiempo es lineal y no cíclica y puede servir como
base para hacer proyectos. Además el reloj permite una medida del tiempo
universalizada y no, como es el caso, con las nociones tradicionales del
tiempo, ser local y estrechamente definida. Tal noción del tiempo se puede usar
a través de diferentes culturas locales, y puede por tanto reducir el sentido
de distancia social (cultural) entre comunidades.
Esta noción moderna del tiempo ayuda a la creación del sentimiento
entre los individuos de que el mundo está haciéndose cada vez más pequeño.
Aunque solo fuera por esto, las distancias parece que son
menores ya que una comunidad es capaz de coordinar su sentido del tiempo con otra en otra parte del mundo.
Los procesos de modernización despegan a
los individuos de las comunidades de sociedades tradicionales de las
definiciones estrechas de tiempo, espacio y estatus. La modernización desarraiga (en todos los sentidos) al individuo
feudal de su identidad fija en el tiempo y en el espacio.
En breve, G propone que la modernización está basada en un proceso por
el cual una idea estrecha y fija de espacio (como lugar y como definitorio del individuo) es reemplazada por el
concepto cada vez más importante de tiempo (universal).
G propone que hay dos tipos de mecanismos de "desarraigo”: el auge
de medios simbólicos de intercambio y los sistemas expertos.
El dinero es su
ejemplo favorito de lo primero. Las comunidades tradicionales estaban marcadas
por mercados locales y ferias. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estos
mercados no eran más que un suplemento a la actividad básica de unidades que
producían sus propios medios de subsistencia de la agricultura después de que
hubieran pagado su renta a su señor.
Estas unidades podían pagar en especie a sus señores. El dinero era de
poco valor porque el intercambio económico estaba basado en expresiones locales
y particularistas de valor.
La modernización destruye estas formas locales y las reemplaza con una
forma universal de intercambio: el dinero. El dinero aparece para hacer general
y universal lo que una vez fueron intercambios locales y particularistas entre
locales.
El dinero por tanto permite a los individuos moverse de
contexto local a contexto local y por
tanto establecer relaciones sociales en el tiempo y en el espacio.
El dinero por tanto puede hacer que el mundo parezca que esta
empequeñeciéndose.
Luego, la globalización por tanto no hace otra cosa que acelerar un
proceso que empezó ya con la modernización.
Si la modernización generó el concepto de una moneda nacional que borró
todas las diferencias entre fronteras locales, la globalización borra todas las
diferencias entre monedas nacionales.
Ejemplo: Miremos si no han producido el mismo efecto el nacimiento de
la ya asumida como natural tarjeta de crédito
(identificación) y la moneda
única para todas las comunidades imaginarias de Europa.
Los sistemas expertos nacen como resultado de las revoluciones
científicas y el incremento del conocimiento técnico y el consecuente
incremento de la especialización.
Debido a que son universales y científicos, estos sistemas expertos no
dependen del contexto y pueden, por tanto, establecer relaciones sociales a lo
largo del tiempo y del espacio.
De la misma manera, mientras estos sistemas expertos se desarrollan su
experiencia y sus expertos, y por tanto crece una distancia social entre el
profesionalismo de los profesionales y las poblaciones a los que van dirigidos.
Un buen ejemplo de sistema experto es el moderno modelo mecánico de
salud. Un modelo basado en la pretensión de formar parte del modelo universal
de la ciencia. Un modelo que domina todo el globo, condenando a las otras
perspectivas bien al ridículo o a ser calificadas como alternativas.
Las sociedades modernas se hacen totalmente dependientes de estos
sistemas expertos. Pero en la medida en que lo hacen, significa que la “confianza” es lo que se convierte en la clave de la relación entre el individuo
y los sistemas expertos.
De hecho, de manera muy parecida a los funcionalistas, esta “confianza”
se convierte en el cemento que mantiene las sociedades modernas juntas.
Donde no hay confianza, los individuos y los grupos sociales percibirán
un sentimiento de inseguridad con relación a su realidad social.
Giddens divide la modernidad en dos fases: la modernidad baja y la alta
modernidad. La primera implica la consolidación de los cuatro aspectos de la
modernización desarrollados más arriba. Mientras las modernidad baja posee ya
tendencias globalizadoras, G sostiene que es solo en la modernidad alta cuando la
globalización realmente “despega”. La
alta modernidad está basada sobre tres procesos interrelacionados:
G sostiene
que la globalización era nueva y revolucionaria. Con la llegada de la
globalización, el proceso de desarraigamiento que empezó con la modernización
recibe un nuevo ímpetus. G se refiere a la modernización como un “camión”
y a la globalización como un “camión fuera de control, desbocado”, que
destroza todo lo que se le resiste.
Para G, la
globalización es un proceso contradictorio y desigual. G se refiere a la
globalización como el proceso que al mismo tiempo, se separa de las comunidades
locales y de los estados nación, y al mismo tiempo reconfigura a las mismas
comunidades y estados nación.
Para
entender como la globalización arranca lo local podemos darnos cuenta la manera
en que las organizaciones supranacionales han debilitado las capacidades y
potencias de las naciones estados.
De la
misma manera, las creencias de las comunidades locales y sus valores culturales
pueden ser globalizados de manera que estas creencias que una vez fueron
locales se universalizan por todo el globo.
Individuos
y sociedades pueden experimentar esta universalización como disolución y
corrupción.
Pero para
otros y de otra manera, la globalización puede proporcionar a las comunidades
locales nuevas posibilidades y demandas.
G. propone
que el surgimiento de los movimientos neonacionalistas, de Escocia a Serbia,
son ejemplos claros de cómo la globalización puede generar efectos
contradictorios.
En lo que
respecta al individuo y su sentido de la identidad, G observa que la
globalización no es solamente algo que esté afectando a una escala muy grande.
Las
tendencias contradictorias se describen mediante un aforismo de tolstoi: la
globalización es “la universalización de lo particular y la particularización
de lo universal”. Aquí, lo universal se
hace equivaler a lo global y lo particular es lo local. El sufijo - ización
significa una interacción dinámica entre ellos.
Para G esta nuevo y revolucionario proceso de globalización surge de
los 60. en los
sesenta hay cuatro aspectos
que han recibido un nuevo ímpetu:
Capitalismo: en la modernidad tardía hay un verdadero sistema
capitalista internacional, dominado por las corporaciones transnacionales. Que
son capaces de funcionar, a diferencia de otras compañías anteriores,
independientemente de los estados-nación. En determinados países pueden ser el
actor económico dominante.
Industrialismo: aquí G apunta al desarrollo en una verdadera división
internacional del trabajo. Las industrias locales progresivamente se van
incorporando a esta DIT. Ejemplo VW.
Importante también es el argumento de que la industrialización se ha
extendido a la industria de servicios y cada vez es más difícil oír la palabra
cultura sin que se relacione con la industria de la cultura, que a su vez, y en
relación con lo anterior, tiene una clara DIT. Bollywood.
Fuerzas administrativas: en la modernidad tardía, la fuerza del estado
nación crece, precisamente por la creciente internacionalización de las
relaciones internacionales. Uniendo y compartiendo recursos, los estados pueden
incrementar sus poderes de vigilancia y control de sus poblaciones, y también
de las de otros.
El poder militar: G señala el creciente uso de las alianzas entre los
estados que (una vez más) dota de más poder a cada uno de los miembros de esta
alianza. El hecho de que el poder militar está de hecho globalizado se puede
demostrar según él con los ejemplo de la alianza que fue a la guerra contra
Irak y más recientemente la Alianza de la OTAN que fue a la guerra contra
Yugoslavia.